Como bien podéis leer en el título, hoy vamos a esclarecer las diferencias entre lo que se denomina dolor agudo y dolor crónico. Conocer esta diferencia es de vital importancia, ya que, como dijimos anteriormente, todos los dolores son diferentes pese a que se presenten en la misma zona. Por lo tanto, van a requerir un enfoque de tratamiento también diferente.
El dolor agudo se define como la respuesta fisiológica normal y predecible ante un estímulo mecánico, químico o térmico adverso (1). Es decir, el dolor agudo es el que todos nosotros sentimos de manera normal cuando “algo nos hace daño”.
Por otro lado, el dolor crónico es aquel que persiste durante un periodo superior a tres meses y donde el dolor no guarda relación con el estado fisiológico de los tejidos (la salud de la zona dañada) (2). Te pongo un ejemplo: te haces daño en la lumbar cogiendo un objeto del suelo (latigazo). La respuesta normal es un dolor de tipo agudo que se prolongará durante unos cuantos días, incluso semanas en función de la gravedad del daño que se haya producido. Sin embargo, han pasado ya tres meses, tu lumbar está perfectamente y aun así tu sigues sintiendo dolor. Este dolor que se produce sin exista un daño real en los tejidos, es el dolor que se denomina crónico.

Agudo vs Crónico. Un matiz importante
Como se puede ver, entre los dos tipos de dolor hay un matiz importante, y este matiz va a determinar el enfoque del tratamiento. Cuanto más agudo (menos tiempo lleves con él) sea un dolor, más utilidad va a tener el modelo de tratamiento biomédico. En cambio, cuanto más crónico sea un dolor, menos utilidad va a tener el modelo biomédico y más lo va a tener el enfoque biopsicosocial (3).
Este se trata de un artículo bastante breve y en el que voluntariamente no he querido profundizar más. En los próximos artículos veremos finalmente cuáles son las principales diferencias entre el modelo de tratamiento biomédico (tradicional) y el modelo biopsicosocial. Además, aprenderemos a saber cuando es más inteligente aplicar un tipo de tratamiento, otro o ambos a la vez para alcanzar la mayor efectividad en el manejo de nuestro dolor.
Y bien, ¿qué tipo de dolor tienes?
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Referencias
1. Daniel B Carr LCG o u d a s, Postanaesthesia. Acute pain. Lancet [Internet]. 1999;353:2051–8. Available from: https://journals-scholarsportal-info.libaccess.lib.mcmaster.ca/pdf/01406736/v353i9169/2051_ap.xml
2. Loeser JD, Melzack R. Pain: An overview. Vol. 353, Lancet. 1999. p. 1607–9.
3. Morlion B, Coluzzi F, Aldington D, Kocot-Kepska M, Pergolizzi J, Mangas AC, et al. Pain chronification: what should a non-pain medicine specialist know? Vol. 34, Current Medical Research and Opinion. 2018. p. 1169–78.