Mi filosofía

MI FILOSOFÍA

Si después de leer el apartado “Sobre mí” aún te quedan dudas de mi filosofía de trabajo, estás en el lugar adecuado.

Quiero tener un efecto a largo plazo en sobre tu salud y tu calidad de vida en general.

¿Cómo lo haremos?

Quiero que entiendas, que cada servicio o programa tiene unas características individuales que vienen perfectamente descritas en su página correspondiente. Sin embargo, la filosofía de trabajo se trata de ese conjunto de aspectos o “valores” que engloban todo lo que tiene mi sello personal.

Te recuerdo que, eres lo más importante

Lo primero que quiero decirte es que todo lo que pueda ofrecerte, estará enfocado a ayudarte de manera integral. Es decir, si se trata de un servicio enfocado en la mejora de la alimentación, no solo trabajaremos la alimentación, sino que trabajaremos el resto de pilares de la salud, así como aspectos emocionales importantes y creencias limitantes.

Para que lo entiendas, dos de las preguntas que siempre hago en la entrevista inicial son: ¿Eres feliz? ¿Cómo es tu lenguaje interno? Lo primero que puede nutrirte tanto positiva como negativamente, son las cosas que te dices. Y por otro lado, si no eres feliz, necesitamos conocer en qué basas tu felicidad para orientarnos de otra manera y que puedas serlo. La alimentación será un extra.

El enfoque evolutivo

Mi enfoque dentro de la salud y en específico, de la alimentación, se basa en el enfoque evolutivo. ¿Por qué? Muy simple. Nuestros genes son los que son debido al transcurso de una evolución de más de 3 millones de años. Nuestros genes se expresan de la manera adecuada, cuando reproducimos lo mejor posible las condiciones que había presente durante nuestra evolución.

Por ejemplo, la revolución industrial ocurrió hace 10.000 años y en ella empezamos a introducir alimentos como el trigo. Gracias a la perspectiva evolutiva, podemos saber que 10.000 años son un tiempo irrisorio para nuestro genes, y que necesitamos por lo menos 50.000 años para que se produzca algún cambio significativo. ¿Eso qué quiere decir? Que igual que no estábamos adaptados al trigo hace 10.000 años, ahora tampoco lo estamos.

Este enfoque evolutivo también nos ayuda a saber qué prácticas acordes con nuestro “diseño evolutivo”, es importante que mantengamos en nuestro día a día para tener una buena salud: exposición al sol, movimiento diario, contacto con la naturaleza, periodos de escasez de nutrientes…

La alimentación es un medio para un fín

Por último, me gustaría terminar diciendo que uno de los pilares de trabajo, es hacerte entender que la alimentación es un medio para un fin. La alimentación es prioritariamente nutrición, no disfrute (aunque también podamos y debamos disfrutar de ella). Por eso nuestro enfoque debe estar en conocer qué es lo que más nos nutre, y en cómo aportárselo a nuestro organismo para que funcione al máximo de sus capacidades en función de nuestras necesidades individuales. Lo que digo siempre: “Que la alimentación se adapte a ti, y no tu a ella”.

Aquí no hay cabida para enfoques en los que tengas que llevarte cinco tuppers a trabajar porque se supone que debes hacer cinco comidas al día. Me interesa saber: ¿Cuál es tu propósito? ¿Cómo es tu día a día? ¿Cómo podemos hacer para que con el menor número de comidas, y en el momento más adecuado para ti, puedas rendir al máximo para sacar adelante tu proyecto vital? Aquí no se calculan macros, no se cuentan calorías. Aquí se nutre al organismo de la manera más elevada, para que funcione al máximo nivel y para que aguante el máximo número de años de esta manera.

¿Te gusta lo que lees? ¿Crees que podemos trabajar juntos y llevarte al siguiente nivel?

¿Empezamos?

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