Se puede hablar largo y tendido de la relación existente entre movimiento y dolor. En este caso vamos con una entrada corta en la que se introduce como afecta el movimiento al dolor, pero es seguro que en un futuro se volverá a hablar de ello.
De la misma manera, muy interesante es también la relación entre dolor y movimiento, la cual será abordada en futuras publicaciones.
¿Cómo afecta el movimiento al dolor?
El movimiento en cualquiera de sus variedades ha demostrado ser una opción efectiva para la recuperación de cualquier proceso de dolor crónico.
Todos los estudios apuntan a señalar que el ejercicio físico y el movimiento siempre son una mejor opción que el descanso para manejar cualquier tipo de dolor lumbar, tanto agudo como crónico. Se sabe que el ejercicio tiene un efecto analgésico (reducción del dolor) y previene el desarrollo de cualquier dolor de tipo crónico.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que el movimiento puede tener un doble efecto:
- Puede ser muy perjudicial en su defecto. No hacer ejercicio o no moverse es una de las cosas que más afecta negativamente a tu salud. Y como hemos visto también, favorece la aparición del dolor.
- Puede ser también perjudicial en exceso. Las personas que realizan gran cantidad de ejercicio físico y no dejan tiempos de recuperación suficiente para su cuerpo pueden incurrir en dolores en diferentes músculos y articulaciones. Estos dolores se relacionan con sobrecargas por un uso excesivo o directamente por la existencia de una lesión.

Entonces, ¿qué hacer?
La recomendación va a ser siempre la de moverse y hacer ejercicio físico. En general, se peca mucho más de un defecto de actividad física que de un exceso. Por lo tanto, no tiene mucho sentido el miedo a “moverse de más”, ya que en este caso los beneficios que aporta el movimiento sobrepasan enormemente a los riesgos.
Sin embargo, es cierto que cada persona es un mundo y todos tenemos unas características individuales: El estado físico inicial de la persona, los diferentes problemas de salud existentes, las preferencias y objetivos.
La realidad, es que si lo que deseas va más allá de moverte y estar activo, y lo que quieres es hacer un tipo de ejercicio físico concreto o tienes unos objetivos de entrenamiento específicos, lo más recomendable es que acudas a un profesional de la Actividad Física y del Deporte cualificado.
Esta será la mejor opción, ya que contarás con la ayuda de una persona que:
- Te va a evaluar para saber cuál es tu nivel inicial y que aspectos necesitas trabajar primero.
- Te aportará una progresión adecuada en relación a tu estado actual que garantice la mejora de tu condición física y salud, mientras garantiza al mismo tiempo la seguridad de los entrenamientos.
- Te facilitará la consecución de cualquier objetivo, ya que te encontrarás realizando únicamente aquello que necesitas llevar a cabo. Cuando uno entrena por su cuenta realmente no sabe si lo que está haciendo le va a hacer mejorar.
- Te ayudará a mantenerte motivado y a que generes el hábito del ejercicio. Esto es lo más importante, pues la mayoría de las personas que empiezan a entrenar por su cuenta abandonan en los primeros meses, no llegando nunca a ver resultados.
Referencias
1. Hodges PW, Tucker K. Moving differently in pain: A new theory to explain the adaptation to pain. Pain. 2011.